Vence la depresión con el poder de la palabra de Dios. La Biblia nos da recetas para combatir los sentimientos de tristeza y convertirlos en felicidad
La depresión es muy real. Puede hacer que nos sintamos aislados, solos y sin esperanza… Como si todo a nuestro alrededor se estuviera desmoronando.
Satanás usa la depresión para robar el poder espiritual y la libertad de una persona: busca llenar nuestra mente de oscuridad, tristeza y deprimirnos emocionalmente. Sin embargo, Dios quiere ayudarnos a vivir libres de depresión. Él quiere llenarnos de su alegría, esperanza y expectativa, de cosas buenas, para nuestra vida.
Vence la depresión ganando la guerra sobre tus sentimientos. Siempre tendremos sentimientos… Nunca se irán. Sin embargo, podemos hacer que nuestros sentimientos se alineen con nuestras decisiones.
Vence la depresión resistiéndote a ella
Cuando la depresión ataca, lo que tenemos ganas de hacer es rendirnos. Sin embargo, la forma en que respondemos a la depresión hace toda la diferencia. Vence la depresión resistiéndote a ella.
1 Pedro 5:8-9 dice: » Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo».
¡Es muy importante resistir el sentimiento de depresión de inmediato, porque cuanto más tiempo lo permitamos, más difícil será resistirlo!
Todos nosotros nos enfrentaremos a decepciones de vez en cuando, eso es parte de la vida. Sin embargo, si lo permitimos, nuestra decepción puede conducir al desánimo… Y el desánimo puede conducir a la depresión.
He dicho esto durante años: si no dejas que el diablo te agobie con lo que hace, entonces no puede oprimirte; y si no puede oprimirte, tampoco puede deprimirte. ¡Una de las cosas más relevantes que podemos hacer es resistir el ataque del diablo!
Vence la depresión con leyendo la Biblia
Me doy cuenta de que la depresión puede ser el resultado de un desequilibrio físico o químico, y no quiero descartar estas causas. Sin embargo, para un gran número de personas, la depresión es un problema espiritual… Y la Biblia nos da grandes instrucciones sobre cómo combatirla.
Filipenses 4:4 dice: «Así que, hermanos míos, amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados».
Alabar al Señor en medio de nuestro dolor es lo más grande que podemos hacer. ¿Por qué? Porque cuando elegimos fijar nuestra atención en Dios y regocijarnos en las cosas buenas que ha hecho, lo hacemos más grande que nuestros problemas.
Me encanta el Salmo 16:11 – Dice: «Me mostrarás la senda de la vida. En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre».
Cuando adoramos a Dios, invitamos Su presencia a nuestras vidas. Él reemplaza nuestro desánimo y tristeza con Su alegría y paz… Dándonos esperanza y dando nueva vida a nuestra situación.
La mente es también una clave importante para superar la depresión. ¿Sabías que lo que piensas tiene el poder de afectar cada área de tu vida? Por eso es tan valioso renovar tu mente con las promesas que se encuentran en la Palabra de Dios.
Cuanto más tiempo pases leyendo y pensando en Su Palabra, más entrará en ti y comenzará a cambiarte de adentro hacia afuera.
Hebreos 4:12 dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón».
Tiene la capacidad de cambiar la forma en que te ves a ti mismo e incluso tu futuro. A medida que llena su mente con lo que Dios dice acerca de usted y reclama Sus promesas como propias, traerá esperanza y fortalecerá su fe.
No podemos controlar todas nuestras circunstancias, y nunca estaremos completamente libres de experimentar dolor o decepción, pero no debemos permitir que lo que sucede hoy arruine el mañana.
Tenemos una opción. De hecho, podemos cambiar las cosas al tomar la decisión de dejar de lado las situaciones que causaron el desánimo y la depresión, y avanzar hacia las cosas buenas que Dios ha planeado para nuestro futuro.
La depresión no tiene que gobernar tu vida. No importa por lo que estés pasando, Dios está listo y dispuesto a ayudarte a tomar tu dolor… y convertirlo en algo grandioso.